El tiempo pasa y pasa rápido, un día tus pies cuelgan de la silla y al otro te encuentras buscando respuestas a preguntas que probablemente no tengan solución.
Un día estás triste, con los ojos hinchados y la playlist deprimente sonando en bucle. Al otro, te duele el estómago de tanto reír y lo único que quieres es bailar hasta que se te olvide tu nombre.
A veces te aíslas, a veces te regalas al mundo.
Yo me encuentro en ese momento en el que sé que no habrá nada ni nadie que pueda quebrarme, en el que todos mis problemas los escribo con plumones color pastel y mi cuerpo se queja al más mínimo intento de abrirle la puerta a la tristeza.
Se los dije: El tiempo pasa, nada dura para siempre, por suerte
Te lo dije, amor, que no me ibas a doler toda la vida.
Me lo dije:
"Vas a salir de esta".

- María Celeste R.

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