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Mostrando las entradas de marzo, 2020

Quiero parar la búsqueda

Nunca espero encontrarte a donde que sea que vaya pero te busco en todos los rostros que se detienen un segundo a mirarme. Y los miro con un poco ilusión deseando que seas tú pero no lo son y siento alivio. He visto unas manos parecidas a las tuyas, he querido tomarlas y pedirles que no me suelten pero he salido del sueño y la realidad me revienta la cara diciéndome que, de nuevo, no eres tú. He olvidado tu voz, tu risa, hasta tu número telefónico, pero no olvido cómo me hacías sentir ni la sonrisa con la que le hablaba a todos sobre ti. Nunca espero encontrarte pero siempre termino buscándote. - María Celeste R.

No me disculpo por ser yo

Me gusta reír escandalosamente, dibujas flores en los márgenes de las hojas, llorar para detener mi mundo un ratito, mirar a las personas a los ojos. Me gusta cantar e inventarme la mitad de la letra, el helado en los días soleados y esconderme debajo de las cobijas cuando llueve. Me gusta releer los libros, hablar sola y gritar cada que se me ocurra, aunque parezca desquiciada. Me gusta ser yo, quien soy y ojalá me siga gustando cuando sea mayor. - María Celeste R.

Mi lucha

Intento quererme y sonreír casi siempre, mirar a ambos lados cuando cruzo la calle, responder todos los mensajes al minuto y reconfortarme si no hay nadie cerca. Intento sacar lo mejor de mis fracasos y pensar que todo es oportunidad de aprendizaje, anotar cada semana una ridícula frase motivacional en mi agenda y creer que todo va a mejorar. Intento, siempre, intento no derrumbarme. Y esa es mi guerra constante. -María Celeste R.

No lo sé

A menudo me pregunto si mi yo de ocho años se siente orgullosa de las decisiones que tomo, y me aterra la respuesta. Pocas veces sé a dónde debo ir, qué hacer para no afectar a nadie, cómo sentirme segura sobre lo que decido. Me da miedo voltear y darme cuenta de que las piedras con las que tropiezo ahora son las mismas que, en el pasado, lancé al futuro sólo porque me llenaba la cabeza de imposibles. No tengo certeza sobre nada, voy a tientas creyendo cada dos por tres que l o que hago no es tan incorrecto. Quiero quitarme la nube de la cabeza o que me llueva de una vez por todas. Ya no soporto la sombra sobre mí. - María Celeste R.

Lo bien que te queda

Podría contarte sobre las noches que no he dormido por sonreír como tonta y contarle a la almohada lo bien que te queda esa sonrisa de lado, tu agrio sarcasmo, el ímpetu en tus palabras, ese lunar en tu lóbulo. Que la revolución de poesía que causas en mí cuando me miras provoca que cualquier palabra rime con tu nombre y que cada verso termine en tu boca Podría decirte que te quiero, con toda mi vulnerabilidad, con todos los miedos pero también, con todas las ganas. Así que sí, te quiero, y me estoy cubriendo el rostro, y estoy mordiéndome los labios para dejar de sonreír, estoy enloqueciendo y te quiero, a pesar de mí, a pesar de todo. - María Celeste R.