Entradas

Mostrando las entradas de julio, 2020

Confinamiento

Somos canciones sin terminar, espejos rotos que creen en la suerte, líneas torcidas, aceras quebradas. Y pedimos que el mundo se detenga, al menos por medio minuto, que nadie llame a la puerta y nos dejen preguntarnos por qué hacemos lo que hacemos, porque ya no tenemos certeza sobre nada. Y de repente, lo que siempre deseamos deja de tener sentido, nuestros sueños se cambian por otros y parece que nada de lo que hemos construido vale la pena. Y regresamos al principio, a dónde no sabíamos nada, a la búsqueda de razones, al descarte de caprichos. Toca empezar de nuevo, ser valientes, renunciar a todo y tomar lo único aún nos importa. - María Celeste R.

O no

Ya no quiero pedir disculpas por ser yo misma, ni caminar mirando al suelo pidiendo perdón por mi existencia. Me ha costado coserme las heridas, los recuerdos escuecen y no soy capaz de leer lo que escribí ayer. Le escribo cartas al pasado rogando no recibir respuesta porque entierro todo lo que me lastima. No voy a ser la niña triste por siempre porque mi destino no es llorar en las esquinas. Voy a cambiar el rumbo y a aceptar que soy lo que soy porque no existe nadie más así, me guste o no, les guste o no. - María Celeste R.
Perdón porque no me despedí, ni miré hacia atrás, tampoco te escribí. Me guardé el amor muy dentro de mí, justo a lado de mi pequeño pero poderoso ego. Perdón porque no respondí a ninguna llamada, no pregunté por ti ni te deseé feliz cumpleaños. Dolía pensarte y yo no soy de las que sufre en voz alta. Perdón porque huí y decidí no correr riesgos, elegí protegerme y enterré mi vulnerabilidad. Perdón por disculparme hasta ahora pero aún lloro viendo el regalo que me diste. Lo que sí es un hecho es no me voy a disculpar por haberme elegido. Eras tú o yo y yo siempre he estado para mí. Incluso antes de ti. - María Celeste R.