Ella soy yo
Era una chica hecha de trozos de mundo, tomaba todo lo que se encontraba bueno o malo, tomaba malas decisiones y los peores o las mejores oportunidades y a las mejores personas. Estaba hecha de un sinfín de maravillas, se quedaba con mucho de la gente y dejaba mucho de ella en otros. Soñaba con tomar una maleta subirse a un tren y despedir a todos con un pañuelo, estaba loca y sufría sobredosis de películas románticas y novelas que le quitaban el sueño y la vida. Se sentía imparable y lo era, porque se lo repetía a si misma porque se lo creía. Le gustaba que la contradijeran amaba hablar y exponer sus argumentos y los demás amaban ver el brillo en sus ojos que se le subía cuando hablaba con tanta pasión. Todas las tardes subía a su terraza, ponía a su cantante preferido y cantaba a todo pulmón y bailaba embriagada de ganas, era un espectáculo precioso. Tenía una sonrisa que le robaba la atención al sol, y es que no era necesario que dijera algo, si sonreía bastaba, ella era un milagro