Ella soy yo

Era una chica hecha de trozos de mundo,
tomaba todo lo que se encontraba
bueno o malo,
tomaba malas decisiones y los peores
o las mejores oportunidades y a las mejores personas.
Estaba hecha de un sinfín de maravillas,
se quedaba con mucho de la gente
y dejaba mucho de ella en otros.
Soñaba con tomar una maleta
subirse a un tren
y despedir a todos con un pañuelo,
estaba loca y sufría sobredosis de películas románticas
y novelas que le quitaban el sueño
y la vida.
Se sentía imparable
y lo era, 
porque se lo repetía a si misma
porque se lo creía.
Le gustaba que la contradijeran
amaba hablar y exponer sus argumentos
y los demás amaban ver el brillo en sus ojos
que se le subía cuando hablaba con tanta pasión.
Todas las tardes subía a su terraza,
ponía a su cantante preferido
y cantaba a todo pulmón
y bailaba embriagada de ganas,
era un espectáculo precioso.
Tenía una sonrisa
que le robaba la atención al sol,
y es que no era necesario que dijera algo,
si sonreía bastaba,
ella era un milagro.
Los lunes no le hacían ni cosquillas
y los jueves era su día preferido
para pensar,
para estar,
para ser.
Era claro que marcaba la diferencia,
ella era diferente,
ella era única.
Ella es la chica que quiero ser todas las noches,
cuando lloro y no me siento lo suficiente bonita,
cuando me retienen la mirada y yo volteo,
ella es la chica que me hubiese gustado ser
si no tuviera miedo de mostrarme como soy.
Ella es la chica que soy
cuando amo
porque entrego todo,
hasta mis vacíos,
mis fisuras
y mis carencias.
Ella es la chica revolucionaria, idealista y soñadora
que llevo bajo este disfraz
que se somete a un sistema.


— María Celeste R.

Comentarios

Entradas más populares de este blog

Piezas perdidas

Te quiero