Entradas

Mostrando las entradas de diciembre, 2015

El sol cura ausencias

Confieso que tengo una manía muy mala. Cuando me da nostalgia por ausencias me reconforta bastante estar en un lugar en el que me exponga al sol, es mucho mejor si me da directamente en la espalda o los brazos. Varias personas personas me han dicho que es malo estar en contacto con el sol de esa forma pero yo creo que es más malo pensar en todas las formas de morir cuando te encuentras tan vulnerable. No creas que yo sólo pienso en morir, no. Pienso en demasiadas cosas, en mis miedos, en mis sueños, en el pasado, en preguntas que pocos se harían... Muchos se viajan con sustancias nocivas, otros se mueren, muchos más se deprimen; mi forma de «solucionarme» es el sol y escribir. Piensa en esto: Estás asfixiándote con tu tristeza, te vuelves un cúmulo de recuerdos y ”hubieras“, te sientas bajo el sol, te quemas, explotas y en el aire se quedan todos tus pedazos dañados, dejando vivo tu espíritu y una oportunidad de comenzar. Quizá suene absurdo pero últimamente ese es mi único consuelo, e

Ciclo

Dicen que soy buena superando los problemas, que un día puedo estar a punto de lanzarme por la ventana y al siguiente sonreír como si la felicidad fuese a estallar dentro de mí. No saben cuán equivocados están. Que no, no es lo mismo decirse «Todo va a estar bien» a realmente estarlo, porque yo me lo he dicho mil veces mientras estoy ahogándome en llanto.  A veces no me creo nada de lo que digo, otras no tengo idea de lo que hago. Soy una persona que siente y siente mucho, que se apasiona desmesuradamente y que nunca rompe sus promesas. Por todo lo anterior es que estoy jodida. Las veces que me he enamorado lo he hecho como si supiera que a la mañana siguiente perderé la capacidad de sentir, cuando hago las cosas las hago como si fueran lo más importante del mundo en ese momento, y cuando prometo algo, primero muerta a no cumplirlo. Quizá por todo esto es que soy tan vulnerable, tan expuesta, quizá tengo sentimentalismo de sobra y por ello sea tan fácil salir dañada de cualquier lugar,

Un chico París

He llevado una vida tan calculada que las matemáticas no me hacían ni cosquillas, pero entonces llegó alguien que desordenó toda mi columna vertebral  y desequilibró esa vida tan fuerte que había construido sobre una cuerda tan delgada como mi lógica. Nunca fui mucho de rosas ni cartitas, de sorpresas o sonrojos, y prometí jamás ceder ante las debilidades  que un «Qué guapa te vez con esa sonrisa»  podía provocar. Pero los humanos decimos muchas cosas  y nos contradecimos siempre, he chocado con un chico París  que ha tatuado mi vida con la palabra ROMANTICISMO en letras mayúsculas. Que me ha dicho que toda la vida he estado equivocada y que no todos los cuentos dicen mentiras, que es más bonito pisarle los pies a quedarme sin bailar y que mi baja estatura es perfecta  porque besarlo me obliga a mirar siempre hacia arriba. Es por eso que me atrevo a decirte, mi amor, que quiero toda la vida contigo
 aunque implique romperle los relojes 
a esta rutina tan puntual que llevo, llegar tarde