Arriésgate

¿Y si hablamos de lo estúpido que es no arriesgarse?
Porque está claro que es estúpido
y bastante cobarde.
Pero pasa
y pasa siempre.
La mitad de mi corta vida me la pase temiendo,
sin alegrías,
fracasos 
o victorias,
y les seré sincera: era una inútil.
No sabía hacer nada porque nunca me había arriesgado,
ni me había equivocado,
tampoco había oportunidad de aprender la lección.
Tuve que darme cuenta de lo cuerda y aburrida que era mi vida
para tomar cartas en el asunto.
Y no hablo de asaltar bancos o perseguir el amanecer.
No.
Hablo de decir «sí»,
de atreverse a ser diferente,
de bailar sin saber hacerlo.
Si quieren volverse locos, háganlo, 
pero vivan.
Los días pasan tan rápido
que es más fácil 
arrancar toda una semana de los papelitos del calendario.
Por eso, antes de llegar al punto de despertar a los 45 años 
y decir “¿Qué carajo hice con mi vida?»
y llorar o maldecir la carrera que escogiste
o la persona con la que te casaste...
Vive,
aférrate,
suelta,
abandona,
no cedas,
da igual,
haz lo que te haga feliz.
Porque vida es una
y los humanos somos tan tontos
que creemos que en un futuro vamos a poder
construir más vidas.
Y quizá sí,
pero por ahora no.
Y el ahora es lo único que existe.

— María Celeste R.

Comentarios

Entradas más populares de este blog

Piezas perdidas

Te quiero