Perdida

Me siento perdida
y perdedora. 
Últimamente siento cómo el tiempo me come 
y me gana, 
siento que mi amanecer 
se ha tornado blanco y negro, 
las canciones sólo atraen el llanto 
y mi vida cuelga del barranco, 
uno del que me suelto 
pero siempre hay un testarudo que me coge
antes de caer al vacío. 
He perdido a personas importantes para mí, 
ya no sé lo que es tener un amigo  
ni un hombro donde poner mi rostro 
y llorar hasta que la sequía
llegue a mi tristeza. 
Los nudos en mi garganta
son más frecuentes 
e insoportables, 
he llegado a creer que es el mundo el que se me atora
y no la simple angustia de saberme vulnerable. 
He olvidado lo que es despertar 
y tener ganas de vivir cualquier naufragio 
y bailar en cualquier isla.
Me siento ahogada, olvidada, 
cansada, 
frustrada. 
Creí saber lo que quería
pero estoy en un punto 
en el que ya no estoy segura de nada ni de nadie.
Sólo sé que quiero dormir 
y despertar siendo la misma de antes, 
incluso mejor. 
No sé si todos los humanos tengan que pasar por esto 
o si hay una determinada edad para vivirlo, 
pero sé que siento que mi vida se derrumba, 
que estoy perdiendo mi esencia, 
que parece que soy un charco 
que todos brincan para no mojarse en él. 
Siento que todos se suben al tren 
y me abandonan, 
que me he olvidado de lo que soy... 
Sé que me estoy desmoronando 
y no me gusta esta sensación 
de vivir en una oscuridad
que me consume.


— María Celeste R.

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