No
quiero un reloj que me diga
que
voy tarde de nuevo a tu vida,
una
flor con un solo pétalo,
ni
nada que suene a despedida.
No
necesito malas canciones
ni
un océano con mis lágrimas,
poemas
con complejo de cuchilla
que
dejen sueltas algunas víctimas.
No
quiero una falsa sonrisa
que
rompa la mitad de mi tristeza,
estoy
bien con mi melancolía,
ahora
es mi única certeza.
No
quiero nunca necesitarte
ni
mis manos dentro de tu cabello
ni
ver a tu cínico hoyuelo
o
a mis comisuras en tu cuello.
María Celeste R.
Comentarios
Publicar un comentario